La fuente de alimentación de arranque para automóviles utiliza baterías de fosfato de hierro y litio (LiFePO₄), las cuales han sido el producto principal de nuestra empresa durante muchos años bajo la marca BAKTH.
Este producto aprovecha plenamente las ventajas inherentes de la tecnología de fosfato de hierro y litio: en cuanto a seguridad, posee una alta estabilidad térmica y puede soportar los choques de corriente instantáneos durante el arranque del vehículo, reduciendo así los riesgos de uso; su vida útil es larga, permitiendo miles de ciclos de carga y descarga, satisfaciendo los requisitos de uso frecuente en arranques de emergencia; y su rendimiento a bajas temperaturas es confiable, garantizando un suministro de energía estable incluso en ambientes fríos, asegurando así el arranque fluido del vehículo.
Basándonos en las características del escenario de arranque del vehículo, hemos realizado una optimización especializada de la batería: mediante una combinación precisa de celdas y un sistema de gestión inteligente BMS, hemos mejorado la capacidad de descarga instantánea y la durabilidad de la batería, al mismo tiempo que se considera el diseño de portabilidad, haciendo que el producto sea tanto práctico como fácil de almacenar y transportar.